La formación en EMDR empieza con las formaciones y supervisiones básicas, y se completa con formaciones y supervisiones avanzadas en las que se va profundizando en la conceptualización de casos complejos con problemas clínicos diversos.

En el proceso formativo la supervisión regular es fundamental y es el eje del aprendizaje en este abordaje. El profesional en formación puede optar por hacer supervisiones avanzadas en determinados momentos, o formar parte de un grupo de supervisión regular (recomendable).

Tanto las supervisiones puntuales como las regulares pueden aportarse para la acreditación de Clínico EMDR, en la que se requiere un mínimo de 10 horas de supervisión, tres de las cuales han de ser individuales. En supervisiones grupales pueden contabilizarse dos horas para la acreditación. Es importante tener en cuenta que la acreditación de Clínico EMDR no es un simple recuento de horas, sino la culminación de un proceso formativo. Las supervisiones han de ser un acompañamiento en ese proceso, en las que el supervisado va adquiriendo conocimientos y recursos y llevándolos a la práctica, contrastándolos con los compañeros y el supervisor.